Ella, cogiéndole formas a las nubes, y él mirando al cielo con la mirada perdida.
Veía cómo ella lo miraba, pasan dos segundos y él también la mira. Ella desvía la mirada, a veces al suelo, a veces al cielo. Los dos suspiran a la vez y de nuevo sus miradas se cruzan pero esta vez duran más de cinco, seis, siete, diez segundos, no dejan de mirarse y él, dio el primer paso:
-Te necesito y sé que tú me necesitas, así que ¿a qué estamos esperando?
-Pues por ejemplo, a que me beses. - sonrió.
Que díficil es dar ese primer paso... y que sensación más agradable después :)
ResponderEliminarcoincido con el comentario de arriba... ¡aún no entiendo cómo narices cuesta tanto dar el primer paso! de todas formas, la sensación de después, si sale todo bien, es indescriptible.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
ResponderEliminarIncomodidad...miradas furtivas.
Amor...miradas fundidas.
Atentamente
Erick Bojorque
Que maravillosa la sensación de ese vertigo a la espera del primer beso...
ResponderEliminarBeso inolvidable, por cierto!!
:)
Siempre hay necesidad uno de otro.
ResponderEliminarOhh, ¡qué bonito!
ResponderEliminarOh, lo amé.
ResponderEliminarTE SIGO *-* obviamente :3
Vengo por gabri, ahora yo tambien te sigo :3
ResponderEliminarAmo tu blog
El mejor beso es el primero cuando no te conoces casi y todo es perfecto..=D
ResponderEliminar1saludo
Me has sacado una sonrisa, muy bonito blog,
ResponderEliminar.m
Cuando dos miradas se cruzan más de tres segundos, nunca es casualidad :)
ResponderEliminar