Domingo por la tarde, ningún plan para salir ¿qué podía hacer? ¡ah sí, ya sé! pensó en tirar cosas de un baúl que tenía debajo de la cama, que seguro que había muchísimas cosas que no quería y estaban ahí cogiendo polvo. Cuando lo abrió vio de tantas cosas que había muchísimas fotos, en las que salía ella cuando era pequeña, había fotos de cada año, se veía perfectamente cómo iba cambiando con los años, había una que le hizo mucha gracia, estaba vestida de payaso y con la lengua a fuera ¡qué mona! decía. También había una foto con un amiguito suyo, esos típicos amigos de la infancia que ya no sabes nada de ellos, es triste sí, pero es así. En una de las fotos estaba ella metida en la cuna con un peluche,
le encantaba ese peluche, iba a todos lados con él.
Dejó las fotos a un lado y lo buscó, lo quería tener en sus brazos después de tantos años, a pesar de la edad que tenía quería volver a dormir con él y llevárselo escondido en el bolso, a donde ella fuera, como en los viejos tiempos. Buscando y buscando al fin lo encontró, estaba un poco estropeado y lleno de polvo pero no le importaba, lo quería igual.
Lo colocó encima de su cama y siguió buscando en el baúl, encontró varios dibujos de ella, casi siempre solía dibujar a papá y a mamá y cómo no, a ella en medio. Nunca conoció a su madre, pero como su padre la describía ella se la imaginaba y la dibujaba, según papá era clavadita.
Esos dibujos los colgó en su corcho, para que cada vez que se levantara por la mañana, verlos y sonreír.
Dejó las fotos a un lado y lo buscó, lo quería tener en sus brazos después de tantos años, a pesar de la edad que tenía quería volver a dormir con él y llevárselo escondido en el bolso, a donde ella fuera, como en los viejos tiempos. Buscando y buscando al fin lo encontró, estaba un poco estropeado y lleno de polvo pero no le importaba, lo quería igual.
Lo colocó encima de su cama y siguió buscando en el baúl, encontró varios dibujos de ella, casi siempre solía dibujar a papá y a mamá y cómo no, a ella en medio. Nunca conoció a su madre, pero como su padre la describía ella se la imaginaba y la dibujaba, según papá era clavadita.
Esos dibujos los colgó en su corcho, para que cada vez que se levantara por la mañana, verlos y sonreír.
Había cartas que ella escribía a su mamá y que nunca les llegó, también había algún que otro cuaderno de primaria, más fotos, más dibujos, más peluches, y muchos, muchos recuerdos...
Pfff, yo guardo la mayoria de las cosas por eso, para verlas el dia de mañana y sonreir :)
ResponderEliminarMe encanta hacerlo!
(LK)
Muchos recuerdos que resumen partes esenciales de la vida.
ResponderEliminarQué dulce! :)
Recuerdos de infancia, dulces y nostálgicos. COmo quisiera volver a ser niña!
ResponderEliminarSaludos cordiales.
ResponderEliminarLa vida misma.
Desprenderse de lo viejo, es la mejor manera de atraer lo nuevo.
Atentamente
Erick Bojorque