Hoy es el día que tanto le preocupaba ayer. No sabía si sentía aún algo por ella, si al verla volvería esas cosquillas de hace años o simplemente si venía acompañado.
No paraba de morderse las uñas, esas uñas que hacía años que no se mordía, exactamente se las dejó de morder el día que se dijeron adiós, porque siempre que estaba con él una simple mirada la ponía tan nerviosa que las uñas la llamaban a gritos.
Pensó en ponerse algo que él al verla, la reconociese.
No tardó mucho en saberlo, se iba poner el vestido que él le regaló y el que se puso cuando hicieron cinco años. Quería ver si lo recordaba o ya lo había olvidado, lo quería poner a prueba.
-Bueno, creo que va siendo hora de marcharse - dijo Sophie casi tartamudeando.
Al llegar al aeropuerto le vino el recuerdo de Chris dándole un beso, el último beso. Lloraron como nunca habían llorado, él intentaba aguantar las lágrimas, pero no podía, verla llorar y pensar que jamás iba a volver a verla, que nunca más podría rozar sus labios, ni su piel, ni hacer el amor con ella, ni volver a decirle cuánto la quiere, pero estaban equivocados.
- Oye perdona ¿tiene usted hora? es que he quedado con una antigua...
- ¿Una antigua qué, Chris? - preguntó mientras sonreía.
- Dios mío, Sophie, estás guapísima.
- Hombre gracias, tú tampoco estás nada mal, pero bueno ¿no me vas a dar un abrazo?
- ¡Claro que sí, ven para acá, canija mía!
Se abrazaron con unas ganas enormes, que más de un hueso se escuchó crujir.
Mientras estaban abrazados a Sophie le vino el olor a la colonia que ella años atrás le había regalado, a ambos les encantaban. A los dos, se le saltaron alguna que otra lágrima, y a ninguno les gustaba que les viesen llorar, así que rápidamente se la llevaban en el dedo índice.
- Veo que sigues con aquella colonia que te regalé- le decía mientras dejaba de abrazarlo.
- Y yo veo que te sigue quedando de muerte aquel vestido que te regalé.
- Está claro aunque pasen los años, a mí todo me queda de muerte ¿qué te crees?- rió
- ¿Cómo eres eh? echaba tantísimo esas palabras, ese "¿qué te crees?" ni te lo imaginas.
- Y tú ni te imaginas cómo he echado de menos rozar tus labios, sentir tu respiración, desde que te fuiste odio tener que dormir, porque ya no hay nadie que me abrace cuando tengo frío, y ni te imaginas cuánto echo de menos hacerte el amor.
- No sé a qué estamos esperando, si los dos nos morimos de ganas; ven aquí y bésame.
- Pero antes respóndeme a lo que te pregunté, ¿a una antigua qué?
- A una antigua novia, a mi primer amor, a mi vida, y a la que he amado durante años y jamás he podido sacármela del corazón, a ti amor, a ti.
No paraba de morderse las uñas, esas uñas que hacía años que no se mordía, exactamente se las dejó de morder el día que se dijeron adiós, porque siempre que estaba con él una simple mirada la ponía tan nerviosa que las uñas la llamaban a gritos.
Pensó en ponerse algo que él al verla, la reconociese.
No tardó mucho en saberlo, se iba poner el vestido que él le regaló y el que se puso cuando hicieron cinco años. Quería ver si lo recordaba o ya lo había olvidado, lo quería poner a prueba.
-Bueno, creo que va siendo hora de marcharse - dijo Sophie casi tartamudeando.
Al llegar al aeropuerto le vino el recuerdo de Chris dándole un beso, el último beso. Lloraron como nunca habían llorado, él intentaba aguantar las lágrimas, pero no podía, verla llorar y pensar que jamás iba a volver a verla, que nunca más podría rozar sus labios, ni su piel, ni hacer el amor con ella, ni volver a decirle cuánto la quiere, pero estaban equivocados.
- Oye perdona ¿tiene usted hora? es que he quedado con una antigua...
- ¿Una antigua qué, Chris? - preguntó mientras sonreía.
- Dios mío, Sophie, estás guapísima.
- Hombre gracias, tú tampoco estás nada mal, pero bueno ¿no me vas a dar un abrazo?
- ¡Claro que sí, ven para acá, canija mía!
Se abrazaron con unas ganas enormes, que más de un hueso se escuchó crujir.
Mientras estaban abrazados a Sophie le vino el olor a la colonia que ella años atrás le había regalado, a ambos les encantaban. A los dos, se le saltaron alguna que otra lágrima, y a ninguno les gustaba que les viesen llorar, así que rápidamente se la llevaban en el dedo índice.
- Veo que sigues con aquella colonia que te regalé- le decía mientras dejaba de abrazarlo.
- Y yo veo que te sigue quedando de muerte aquel vestido que te regalé.
- Está claro aunque pasen los años, a mí todo me queda de muerte ¿qué te crees?- rió
- ¿Cómo eres eh? echaba tantísimo esas palabras, ese "¿qué te crees?" ni te lo imaginas.
- Y tú ni te imaginas cómo he echado de menos rozar tus labios, sentir tu respiración, desde que te fuiste odio tener que dormir, porque ya no hay nadie que me abrace cuando tengo frío, y ni te imaginas cuánto echo de menos hacerte el amor.
- No sé a qué estamos esperando, si los dos nos morimos de ganas; ven aquí y bésame.
- Pero antes respóndeme a lo que te pregunté, ¿a una antigua qué?
- A una antigua novia, a mi primer amor, a mi vida, y a la que he amado durante años y jamás he podido sacármela del corazón, a ti amor, a ti.
oh, q tristeza , me recuerda a tiempos tan felices ...
ResponderEliminarCómo te gusta hacerme llorar, ¡leches!
ResponderEliminarRealmente me encanto esta entrada,me gustaria que siempre pasara así que apesar de las distancias los verdaderos amores volvieran a encontrarse!
ResponderEliminarUn beso!
p.r.e.c.i.o.s.o
ResponderEliminarTe juro que solté un suspiro, sentí la escena tan vívida. Y la frase final me ha matado por completo.
hugs, Natt.
Qué bonito, me ha puesto los pelos de punta y todo. ¡Saludos!
ResponderEliminarPRECIOSO ME ENCANTO, UN TEXTO HERMOSO, ES TAN TIERNO, UN BESO.
ResponderEliminarOjalá que todos los reencuentros fueran así de buenos... :)
ResponderEliminarMi próxima actualización será un cuento de Javier. Muchas gracias, bonita.
Un besito color púrpura
Tia me encantan los textos de amor, pfff...!
ResponderEliminar:)(K)
Wow, esto estuvo increíble!
ResponderEliminarMe encantó! :)
Me ha encantado!
ResponderEliminarParece de golpe que nada de tiempo ha pasado... y están justo en el momento en el que se separaron.
El primer amor sea cual sea, desde luego... nunca se olvida.
Besitos
Muchísimas gracias a todos de verdad, ni os imaginais la alegría que me da ver vuestros comentarios (L)
ResponderEliminarEl primer amor eh vida :P
ResponderEliminarSaludos cordiales.
ResponderEliminarLa vida misma.
¡Chévere!
Atentamente
Erick Bojorque